"Se dice que Caissa es la diosa que inventó el ajedrez. Mas allá de la leyenda el ajedrez es un deporte milenario, su origen se remonta al siglo VI d.C. en la India, concretamente en el Valle del Indo. Posteriormente llegó a Persia, donde pasó a denominarse chaturanga, difundiéndose rápidamente por las rutas comerciales y desde allí al Imperio bizantino, tras lo cual se extendió por toda Asia. Con la conquista árabe se expandió por el mundo bajo el nombre de shatranj. En España se practica desde el siglo IX, introducido por los conquistadores musulmanes que estudiaron y analizaron en profundidad los mecanismos del juego, escribiendo numerosos tratados sobre ajedrez y desarrollando el sistema de notación algebraica.
El ajedrez es un deporte amado y respetado por sus practicantes y por todos aquellos que lo conocen debido a la complejidad infinita del mismo, a su riqueza, a su belleza y a un sin fin de razones que lo elevan por encima de muchos otros deportes, por otra parte tan respetables como cualquiera. Como ejemplo de todo ello baste decir que el número de posiciones diferentes posibles después de los primeros 10 movimientos es de 165 cuatrillones y medio. El problema radica en la gente que lo desconoce y por consiguiente lo desprecia calificándolo despectivamente de “juego”, cuando el ajedrez es en realidad un deporte, un arte y desde la irrupción de la informática se ha convertido en una ciencia apasionante (“juego” es aquello en lo que interviene el azar; el parchís, los dados y las cartas son un juego, pero no hay azar alguno en el ajedrez, no existe el factor suerte, todo depende de la maestría y pericia de los ajedrecistas).
El ajedrez como deporte tiene sus Campeonatos del mundo, sus propias Olimpiadas, su federaciones, (regionales, nacionales e internacional) clubs, ligas, campeonatos, torneos, exhibiciones, árbitros, monitores, entrenadores, grandes maestros, maestros internacionales, ránking de ajedrecistas por puntuación, etc.
Hay países donde el ajedrez es asignatura obligada en los colegios desde hace décadas. El 13 de marzo 2012 en Estrasburgo, el Parlamento Europeo adoptó el programa de la Unión Europea de Ajedrez "Ajedrez en la Escuela", siendo esto un claro indicio del reconocimiento de los diputados de toda Europa de las bondades que la práctica del ajedrez puede aportar a los niños. Sin embargo y pese a los numerosos beneficios reconocidos por psicólogos y educadores de todo el mundo (desarrolla la capacidad de concentración, análisis, memoria, reflexión, creatividad, autoestima, etc.), la espectacularidad de los torneos y del interés y curiosidad que suscita, el tratamiento periodístico que se le da, al menos en nuestro país, es poco menos que denigrante. Ni un programa de radio o televisión y ya en la prensa escrita el desprecio alcanza cotas grotescas. El deporte del tablero ha quedado reducido en los periódicos al clásico “problema”, arrinconado al lado del crucigrama, el sudoku o la sopa de letras. Pero si el ajedrez es importante -decía el mítico Bobby Fischer que “el ajedrez es la vida”-, el ajedrez cordobés no lo es menos, ya que la realidad de los números lo revela con meridiana claridad: la ciudad de la Mezquita es la tercera provincia de Andalucía por número de licencias y de Clubs, tras Sevilla y Málaga, hay varios cordobeses que han sido y son campeones y campeonas de Andalucía y de España, aquí residen maestros internacionales de ajedrez, se celebran campeonatos provinciales individuales, por equipos, de menores, torneos de prestigio, memoriales, existen varias escuelas de ajedrez, monitorias, etc. O sea, que el interés es amplio, la lástima es que los dirigentes de la prensa escrita en general y la cordobesa en particular ignoren este apasionante mundo y a sus meritorios y quijotescos practicantes. Ya sea por ignorancia, cerrazón de ideas u otros criterios economicistas, creo que es un error grave que habría que subsanar cuanto antes".