Ateneo de Córdoba. Calle Rodríguez Sánchez, número 7 (Hermandades del Trabajo).
PRÓXIMOS ACTOS DEL ATENEO DE CÓRDOBA
Nueva Junta Junta Directiva del Ateneo de Córdoba
Marzo , 1a.quincena. Conferencia de JUAN ORTIZ VILLALBA. " LA MASONERÍA EN CÓRDOBA ". (Presenta José Luis García Clavero).
Jueves 11 de abril. Conferencia de DESIDERIO VAQUERIZO." LOS ORIGENES DE CÓRDOBA". (Presenta J.L.G.C).
Finales de abril, primera semana de mayo. Proyección del documental "MONTE HORQUERA" de FERNANDO PENCO, galardonado en diversos Festivales internacionales (Italia, India, Holanda etc,)
Lunes 11 de Mayo. Conferencia de MANUEL VACAS." LA GUERRA CIVIL EN EL NORTE DE LA PROVINCIA DE CÓRDOBA.LAS BATALLAS DE POZOBLANCO Y PEÑARROYA- VALSEQUILLO". (Presenta Antonio BARRAGÁN).Todos los actos en la Sede del Ateneo.
CONVOCADOS LOS PREMIOS DEL ATENEO DE CÓRDOBA
XI Premio de Relato Rafael Mir.
XXXIX Premio de Poesía Juan Bernier.
IX Premio Agustín Gómez de Flamenco Ateneo de Córdoba.
Fallo de las Fiambreras de Plata 2023, relación de homenajeados aquí.
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Jaén (de Ángeles Asensio)
Se la conoce como capital del Santo Reino, porque fue reino musulmán y reino cristiano; su población es de 116.393 habitantes, descansa al pie del Cero de Santa Catalina rodeado de fértiles cultivos y verdes olivares que es su principal riqueza, al ser una de las primeras exportadoras de este rico fruto a todo el mundo; está bañada por el Guadalquivir que le da nombre al valle.
Su origen viene de la edad del cobre, y es una de las ciudades más antiguas de la península; fue tierra de iberos, (dejaron huella con abundantes restos que dan testimonio de su cultura), cartagineses que explotaron el yacimiento minero de Sierra Morena; romanos, llegados en el 207 adC; visigodos y como no, árabes en el siglo X levantando palacios y fortificaciones, que la hicieron rica con el regadío y famosa por los tapices. En 1212 los cristianos tienen una victoria en su Batalla de las Navas de Tolosa, le ponen el nombre de Iaihen, y en 1246 Fernando III El Santo la reconquista, con el pacto de vasallaje que hizo con Muhammad I "Alhamar", conociendo por entonces tiempos de esplendor, hasta el siglo VII que comienza su decadencia
El 18 de octubre celebran la Feria de San Lucas antes de las primeras lluvias de Otoño, y el 16 de enero las hogueras de San Antón en las que se come, baila, y se cantan melendrones alrededor de la hoguera.
Es curioso destacar la Cena de Todos los Santos en la que el cariño y respeto por los seres fallecidos hacen que lo celebren en Noviembre, y dejan un sitio reservado con el cubierto en la mesa, al ser querido que les falta.
Contenido
Lugares de interés:
- Catedral
- Capilla de San Andrés
- Iglesia de San Ildefonso
- Baños Árabes en el Castillo de Santa Catalina
- Palacio de Villardompardo
- Museo Provincial
Algunos de sus personajes más relevantes son:
- Manuel Andújar Múñoz. Escritor. La Carolina (Jaén)
- Antonio Álvarez Alonso. Compositor y pianista. (Martos, 1867 -1903)
- Eduardo Arroyo Sevilla. Médico. Nació en Torredelcampo, (1.885-1.962),
- Alfonso Caro. Pintor y escultor. Cabra del Santo Cristo (Jaén)
- Juanito Valderrama. Cantaor flamenco. Nació en Torre del Campo, (1916-2004)
- Manuel Pancorbo. Atleta. Nació en Torredelcampo el 7 de julio de 1966
- Baltasar Garzón. Magistrado. Nació en 1955 en Torres (Jaén)
- Eduardo García Maroto. Cineasta (1903-1989)
- Raphael. Cantante. Nació en Linares en 1945
- José Jiménez "Joselito". Cantante y actor. Beas de Segura en 1943
- Joaquín Sabina. Cantautor. Nació en Úbeda el 1949
Gastronomía:
- Pipirrana
Poemas que la recuerdan:
HIMNO
- Bella ciudad de luz
- que tienes cuando miras,
- el corazón y el sol
- rendido a tus pastoras.
- Sultana, tú, mujer,
- que al despertar un día,
- se hizo clavel del amor,
- al son de Andalucía.
- Alcemos bajo el sol,
- como una antorcha el corazón,
- la tierra de Jaén,
- abre sus brazos de mujer.
- Bella ciudad de luz
- que tienes cuando miras,
- el corazón y el sol
- rendido a tus pastoras.
- Sultana, tú, mujer,
- que al despertar un día,
- se hizo clavel del amor,
- al son de Andalucía.
- ¡Viva Jaén...!
Escrito por: Federico de Mendizábal
Música de: Emilio Cebrián Ruiz
- Jaén; tierra de olivar... De llano seco y colina,
- de Vientos que han retorcido los troncos con la sequía;
- de perlas hecha aceituna, Milagro de verde oliva,
- con suave tacto y aroma, aceite que se rocía
- como liquido cremoso de mejor gastronomía,
- y orgullo de un campesino que le dedica su vida.
Ángeles Asensio (Estrofa sacada del poema “ANDALUCÍA”)
JAÉN
- Un sol desvanecido
- lima sin fuerza las aristas
- de la piedra, de la que saltan
- esquirlas de tiempo, monedas
- con las que pagamos olvidos
- y otras traiciones:
- la sangre de Alí aun acusa
- desde los muros de sus baños
- y sentimos la plata de Alhamar
- en el fondo de todas las conciencias.
- Sólo nos queda Vandelvira...
Francisco Basallote (De su libro "LIBRETA DEL CAMINANTE")
Olivo del camino
- Hoy, a tu sombra quiero
- ver estos campos de mi Andalucía,
- como a la vera ayer del Alto Duero
- la hermosa tierra de encinar veía.
- Olivo solitario,
- lejos de olivar, junto a la fuente,
- olivo hospitalario
- que das tu sombra a un hombre pensativo
- y a un agua transparente
TRES MORICAS
- Tres moricas me enamoran
- en Jaén:
- Axa y Fátima y Marién.
- Tres moricas tan garridas
- iban a coger olivas,
- y hallábanlas cogidas
- en Jaén:
- Axa y Fátima y Marién.
- Y hallábanlas cogidas
- y tornaban desmaídas
- y las colores perdidas
- en Jaén:
- Axa y Fátima y Marién.
- Tres moricas tan lozanas
- iban a coger manzanas
- y hallábanlas tomadas
- en Jaén:
- Axa y Fátima y Marién.
- Díjeles: ¿Quién sois, señoras,
- de mi vida robadoras?
- Cristianas que éramos moras
- en Jaén:
- Axa y Fátima y Marién.
OLIVARES
- Hileras que en el campo son olivos
- dibujan con su verde el horizonte,
- se pierden en la curva de algún monte
- y escapan a mi vista fugitivos,
- rozando el ancho cielo, ¡siendo altivos
- en cada aparecer de su remonte!
- Las casas irrumpiendo en el paisaje,
- su blanco es un destello en la reserva,
- la cal que en sus paredes se conserva
- te rompen el verdor entre el ramaje,
- y siento al disfrutar de este viaje
- lo bello que es el campo si se observa.
- A cada amanecer oigo varando
- las ramas, ¡varios golpes por minuto!,
- su oliva va cayendo de tributo
- a todo aquel peón, que trabajando,
- consume cada día apaleando...
- Un árbol que le brinda tanto fruto.
Ángeles Asensio
El último rincón
- El último y el primero:
- rincón para el sol más grande,
- sepultura de esta vida
- donde tus ojos no caben.
- Allí quisiera tenderme
- para desenamorarme.
- Por el olivo lo quiero,
- lo persigo por la calle,
- se sume por los rincones
- donde se sumen los árboles.
- Se ahonda y hace más honda
- la intensidad de mi sangre.
- Los olivos moribundos
- florecen en todo el aire
- y los muchachos se quedan
- cercanos y agonizantes.
- Carne de mi movimiento,
- huesos de ritmos mortales:
- me muero por respirar
- sobre vuestros ademanes.
- Corazón que entre dos piedras
- ansiosas de machacarte,
- de tanto querer te ahogas
- como un mar entre dos mares.
- De tanto querer me ahogo,
- y no me es posible ahogarme.
- Beso que viene rodando
- desde el principio del mundo
- a mi boca por tus labios.
- Beso que va a un porvenir,
- boca como un doble astro
- que entre los astros palpita
- por tantos besos parados,
- por tantas bocas cerradas
- sin un beso solitario.
- ¿Qué hice para que pusieran
- a mi vida tanta cárcel?
- Tu pelo donde lo negro
- ha sufrido las edades
- de la negrura más firme,
- y la más emocionante:
- tu secular pelo negro
- recorro hasta remontarme
- a la negrura primera
- de tus ojos y tus padres,
- al rincón de pelo denso
- donde relampagueaste.
- Como un rincón solitario
- allí el hombre brota y arde.
- Ay, el rincón de tu vientre;
- el callejón de tu carne:
- el callejón sin salida
- donde agonicé una tarde.
- La pólvora y el amor
- marchan sobre las ciudades
- deslumbrando, removiendo
- la población de la sangre.
- El naranjo sabe a vida
- y el olivo a tiempo sabe.
- Y entre el clamor de los dos
- mis pasiones se debaten.
- El último y el primero:
- rincón donde algún cadáver
- siente el arrullo del mundo
- de los amorosos cauces.
- Siesta que ha entenebrecido
- el sol de las humedades.
- Allí quisiera tenderme
- para desenamorarme.
- Después del amor, la tierra.
- Después de la tierra, nadie.
TIERRAS JIENNENSES
- Ecos de pueblos llegan a los vientos
- que avientan la garganta de la mina.
- Sueños de olivo duerme la colina
- acunando ilusiones y tormentos.
- Floran lomas y azules pensamientos
- sobre el óxido fiero que calcina
- los troncos retorcidos de la espina
- que llena de esperanza tus alientos.
- Tierras jiennenses de las mil promesas
- floridos altozanos de talento
- que siembran sus ciudades de grandezas.
- Tus frutos portadores son del bien,
- coronados de gloria y sufrimiento.
- Pobre eres, de alma rica, noble Jaén.
- Se multiplica el alba de ese sueño.
- Cruzas Despeñaperros. ¡Qué alegría!
- Estás en Jaén, balcón de la hidalguía,
- donde luce la luz sobre el roqueño
- iluminando el corazón sureño
- que palpita en colmenas de ambrosia.
- Ese ser gigantesco de la hombría,
- que adorna con salero su pergeño.
- Eres cuna congénita en culturas,
- de ancestrales olivos, ricas tierras
- y laboriosa brega en desventuras.
- Eres el gres de bella alfarería,
- irradiación de ríos, minas y sierras.
- Despeñaperros; es Andalucía.
Felipe Alejo Álvarez
Contemplad mi pueblo, contemplad mi tierra
- Si queréis el goce de visión tan grata
- que la mente a creerlo terca se resista;
- si queréis en una blonda catarata
- de color y luces anegar la vista;
- si queréis en ámbitos tan maravillosos
- como en los que en sueños la alta mente yerra
- revolar, en estos versos milagrosos,
- contemplad mi pueblo, contemplad mi tierra.
ACEITUNEROS
- Andaluces de Jaén,
- aceituneros altivos,
- decidme en el alma, ¿quién,
- quién levantó los olivos?
- No los levantó la nada,
- ni el dinero, ni el señor,
- sino la tierra callada,
- el trabajo y el sudor.
- Unidos al agua pura
- y a los planetas unidos,
- los tres dieron la hermosura
- de los troncos retorcidos.
- Levántate, olivo cano,
- dijeron al pie del viento.
- Y el olivo alzó una mano
- poderosa de cimiento.
- Andaluces de Jaén,
- aceituneros altivos,
- decidme en el alma ¿quién
- quién amamantó los olivos?
- Vuestra sangre, vuestra vida,
- no la del explotador
- que se enriqueció en la herida
- generosa del sudor.
- No la del terrateniente
- que os sepultó en la pobreza,
- que os pisoteó la frente,
- que os redujo la cabeza.
- Árboles que vuestro afán
- consagró al centro del día
- eran principio de un pan
- que sólo el otro comía.
- ¡Cuántos siglos de aceituna,
- los pies y las manos presos,
- sol a sol y luna a luna,
- pesan sobre vuestros huesos!
- Andaluces de Jaén,
- aceituneros altivos,
- pregunta mi alma: ¿de quién,
- de quién son estos olivos?
- Jaén, levántate brava
- sobre tus piedras lunares,
- no vayas a ser esclava
- con todos tus olivares.
- Dentro de la claridad
- del aceite y sus aromas,
- indican tu libertad
- la libertad de tus lomas.
autora: Ángeles Asensio