Ateneo de Córdoba. Calle Rodríguez Sánchez, número 7 (Hermandades del Trabajo).

PRÓXIMOS ACTOS DEL ATENEO DE CÓRDOBA

Nueva Junta Junta Directiva del Ateneo de Córdoba

Marzo , 1a.quincena. Conferencia de JUAN ORTIZ VILLALBA. " LA MASONERÍA EN CÓRDOBA ". (Presenta José Luis García Clavero).
Jueves 11 de abril. Conferencia de DESIDERIO VAQUERIZO." LOS ORIGENES DE CÓRDOBA". (Presenta J.L.G.C).
Finales de abril, primera semana de mayo. Proyección del documental "MONTE HORQUERA" de FERNANDO PENCO, galardonado en diversos Festivales internacionales (Italia, India, Holanda etc,)
Lunes 11 de Mayo. Conferencia de MANUEL VACAS." LA GUERRA CIVIL EN EL NORTE DE LA PROVINCIA DE CÓRDOBA.LAS BATALLAS DE POZOBLANCO Y PEÑARROYA- VALSEQUILLO". (Presenta Antonio BARRAGÁN).Todos los actos en la Sede del Ateneo.

CONVOCADOS LOS PREMIOS DEL ATENEO DE CÓRDOBA
XI Premio de Relato Rafael Mir.
XXXIX Premio de Poesía Juan Bernier.
IX Premio Agustín Gómez de Flamenco Ateneo de Córdoba.

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Raúl Castro

De Ateneo de Córdoba
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Raúl Castro Revolucionario, militar y político cubano. Raúl Castro Ruz nació en la plantación de caña de su padre, en la aldea de Birán, provincia de Oriente, el 3 de junio de 1931, el quinto de los siete hijos del matrimonio formado por Ángel Castro Argiz y Lina Ruz González, de origen gallego.

Estudió en los colegios de los jesuitas, primero en Santiago de Cuba y luego en La Habana, en cuya universidad empezó una diplomatura en ciencias sociales que no terminó debido a sus actividades políticas. Su compromiso ideológico marxista es anterior al de su hermano Fidel. Afiliado a la Juventud Socialista, organización del Partido Socialista Popular (PSP, de orientación comunista), en febrero de 1953 participó, en Viena, en el Congreso Mundial de la Juventud y visitó varias capitales del bloque soviético.

La guerra de guerrillas

Al regresar a La Habana, se unió al movimiento dirigido por su hermano Fidel dentro del Partido Ortodoxo (reformista), que luchaba contra la dictadura de Fulgencio Batista, y participó en el fracasado ataque al cuartel de Moncada, el 26 de julio de 1953, considerado como la gesta inicial de la Revolución. Los dos hermanos fueron capturados por la policía, pero la intercesión del arzobispo de La Habana, monseñor Enrique Pérez Serantes, les libró de las represalias. Raúl, condenado por sedición a trece años de cárcel, fue liberado en mayo de 1955 gracias a una amnistía general.

Tras su liberación, se trasladó a México, donde ayudó a su hermano a captar adeptos y a organizar el movimiento insurreccional. Allí restableció sus relaciones con el agente soviético Nikolai Leonov, quien ejerció gran influencia sobre la incipiente guerrilla. A fines de 1956, Fidel, Raúl y ochenta camaradas zarparon de México en el yate Granma y desembarcaron en la provincia de Oriente. La mayoría de los insurgentes resultaron muertos o fueron capturados por las tropas de Batista, pero los hermanos Castro y doce compañeros lograron huir y refugiarse en la Sierra Maestra para comenzar la lucha que les conduciría a la toma del poder.

Durante la guerra de guerrillas, que apenas se prolongó un año (1957-1958), y con el rango de mayor, Raúl logró abrir con éxito el segundo frente en la Sierra Cristal, al norte de la provincia de Oriente, y estableció su cuartel general en Mayarí Arriba, una maniobra que resultó decisiva para la victoria.

En el verano de 1958, con el secuestro de cuarenta y siete estadounidenses, a los que retuvo en su cuartel general durante varios días para intentar presionar a Washington, y en aparente discrepancia con el comandante en jefe, empezó a fraguarse la presunción de que era el dirigente más hostil a Estados Unidos. Mientras que Fidel se mostraba conciliador con la presencia estadounidense en la base de Guantánamo, Raúl la vituperó como «una provocación permanente y un cáncer que debe ser extirpado».

El triunfo de la Revolución

Triunfante la insurrección, tras la huida de Batista y la entrada de los «barbudos» en La Habana, en enero de 1959, el ejército rebelde se convirtió en las FAR, de las que fue nombrado jefe con categoría de ministro el mismo día de su creación, el 16 de octubre de 1959, y en cuya reorganización siguió el modelo soviético, según los consejos de Leonov y luego de una visita a la Unión Soviética en el verano de 1960. El Ministerio de las Fuerzas Armadas (Minfar) sustituyó al Ministerio de Defensa. Sus adversarios le acusan de haber dirigido la ejecución sumaria de unos cien oficiales y soldados del ejército de Batista, enterrados en una fosa común cerca de Santiago de Cuba.

Su reputación como jefe militar entró en la leyenda del régimen después de que asumiera el mando directo de las fuerzas que derrotaron a los exiliados cubanos en Bahía de Cochinos, en abril de 1961. Fue nombrado viceprimer ministro en 1962 y presidió la delegación cubana en las negociaciones con el Kremlin que desembocaron en el despliegue de misiles soviéticos en la isla, preludio de la más grave crisis soviético-estadounidense durante la guerra fría, en octubre del mismo año.

En el primer congreso del Partido Comunista Cubano (PCC), el 3 de octubre de 1965, fue elegido miembro del buró político, máximo organismo dirigente, y segundo secretario del comité central, cargos que le otorgaron, tras la muerte de Ernesto Guevara en 1967, el segundo puesto en el escalafón del régimen y para los que viene siendo reelegido sin interrupción, la última vez en el V Congreso (octubre de 1997).

En 1969 asistió a un curso impartido por especialistas soviéticos, que siempre lo consideraron un aliado de confianza y un competente administrador. En varias ocasiones, durante los años setenta y ochenta, visitó la Unión Soviética y fue invitado a observar las maniobras del Pacto de Varsovia.

Segundo de Fidel

Al reorganizarse toda la estructura estatal con organismos colectivos, en virtud de lo dispuesto en la Constitución plebiscitada y promulgada el 24 de febrero de 1976, fue elegido por la Asamblea Nacional primer vicepresidente del Consejo de Estado, segunda magistratura de la República, el 2 de diciembre de 1976, y ocupó igualmente la primera vicepresidencia del consejo de ministros. Fue reelegido para esos cargos en febrero de 1998 para un mandato de cinco años.

Según las previsiones constitucionales, el primer vicepresidente del Consejo de Estado asumirá la presidencia en caso de ausencia, enfermedad o vacante. La Asamblea Nacional del Poder Popular, órgano de soberanía, ratificará la sucesión provisional o designará a otra persona.

Su preeminencia en la jerarquía revolucionaria quedó reforzada por su ascenso al generalato y el exhaustivo control de los militares sobre los servicios secretos del Ministerio de Interior (Minint), dedicados en un primer momento a la liquidación de los presuntos contrarrevolucionarios y después a la represión de cualquier forma de disidencia.

En la pugna con los responsables de la policía, acabó imponiendo los puntos de vista de las FAR cuando en diciembre de 1985 logró la destitución de Ramiro Valdés Menéndez como ministro de Interior, eliminado también del buró político en el tercer congreso del PCC (febrero de 1986).

Radical defensor del régimen

Raúl Castro se mostró totalmente inflexible durante la que se considera la peor crisis del ejército y quizá del régimen, coincidente con los grandes cambios en la Unión Soviética, que en julio de 1989 desembocó en un simulacro de juicio sumarísimo y en la ejecución del general Arnaldo Ochoa Sánchez, héroe de las guerras de África, acusado de corrupción y tráfico de drogas.

La investigación fue realizada por los servicios de inteligencia militar bajo la dirección personal de Raúl Castro, cuyo discurso del 14 de junio confirmó sus escasas dotes oratorias, reveló la detención de Ochoa y señaló el comienzo del proceso. Un discurso que pasó a los anales como expresivo de la confusión reinante por unos días en las más altas esferas y que está considerado como su único borrón en una escritura impecable al servicio del castrismo.

Inmediatamente después se efectuó una purga de los altos mandos sospechosos de simpatías aperturistas o «dialogueras», según la jerga de los más intransigentes, mientras las FAR trataban de superar la penuria tecnológica y logística derivada del fin de la ayuda soviética. En un libro publicado en Cuba en 1997 (Secretos de generales), del periodista Luis Báez, con prólogo del ministro de las FAR, los cuarenta militares de más alta graduación relataron sus experiencias dentro y fuera de Cuba y dejaron bien sentado que no abrigaban la menor tentación pretoriana.

Saliendo al paso de los rumores sobre su salud y el futuro del régimen, Fidel Castro señaló explícitamente a su hermano Raúl como sucesor, en unas declaraciones el 29 de junio de 2001: «Después de mí, es el que tiene más experiencia, más conocimiento, más autoridad, aunque quizá no se le conozca bien». General de cuatro estrellas (cuerpo de ejército), controla los Ministerios de las Fuerzas Armadas y de Interior, los dos pilares esenciales del régimen. El reciente traspaso de poderes de Fidel Castro a su hermano Raúl no ha sido, por lo tanto, ninguna sorpresa.

Está casado desde enero de 1959 con Vilma Espín Guillois, de una familia de la alta burguesía, a la que conoció en febrero de 1957 durante la guerrilla en la Sierra Maestra, actual presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), miembro del comité central del PC y del Consejo de Estado. Perteneció al buró político del PCC hasta 1991. La esposa de Raúl Castro, en buena sintonía con Fidel, es la mujer que ha llegado más alto en el escalafón del régimen, y en muchas ocasiones protocolarias actuó como primera dama. El matrimonio tiene un hijo y tres hijas.

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